Solemos asociar el uso de las cubiertas inclinadas a diseños más antiguos, desfasados y propios de otra época, pero gracias al avance e innovación de las empresas fabricantes de materiales se pueden diseñar cubiertas realmente sorprendentes y nada convencionales.
Los profesionales de la arquitectura pueden expresar su talento en el diseño de cubiertas, que destacan por su estética y convencen por su funcionalidad; una alta eficiencia energética, bajo mantenimiento y gran durabilidad. ¡El único límite es la imaginación humana!
Hoy recogemos en nuestro blog una selección de edificios con unos tejados capaces de impresionar a cualquiera.
La innovación no reside solo en el uso de materiales poco comunes, como el zinc, sino en el uso que se le dé a los materiales más tradicionales, como la teja curva.
Prueba de ello es la Casa Proa, un proyecto de Gómez&GOrshkova en plena Sierra de Aracena en Huelva. Se trata de una antigua casa de aperos que se asienta sobre una parcela pentagonal con una diferencia de cota notable entre las viviendas colindantes. En un ejercicio de arquitectura popular y gusto contemporáneo se usan recursos muy sencillos; se recubre la medianera de la propia teja antigua para unir las cubiertas de la vivienda contigua y la propia cubierta de la vivienda.
El uso de tejas en paramentos verticales es una tendencia que cada vez más se puede ver en edificación. Esto es posible gracias a la amplia gama de tejas cerámicas de los fabricantes. Las diferentes formas, texturas, dimensiones y colores, y su propia versatilidad, permite incluso usarse en la fachada del edificio, haciendo que sea posible diseñar obras con gran valor arquitectónico.
Tejas planas, incluso curvas, forman parte de la cobertura de la envolvente exterior que, más allá de su función estética, dotan de mayor impermeabilidad a la fachada, con la consecuente prevención de patologías derivadas de las humedades.